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Purmamarca!!! Realmente es bellísima y sus cerros son imponentes. Apenas te metes por la Ruta 52 se puede divisar a lo lejos la majestuosidad del cerro de los siete colores flanqueado por los cerros de los colorados que en su conjunto conforman un paseo inolvidable en el corazón de los mismos. En cuanto al puebito lo que reina es la paz. Es hermoso poder ver una y otra vez esos cerros multicolores desde cualquiera de los ángulos que quieras observarlos y contemplarnos. Desde luego uno no puede perderse de ver si va a Purmamarca visitar por la Ruta 9, en dirección hacía Tilcara, la Posta de Hornillos (14 Kilómetros desde allí) cuyo museo histórico nos enseña un poco más de la lucha de los jujueños en la época de la Independencia. Pero también es hermoso poder subir frente a esta posta por un camino en la montaña y observar el Antigal de Hornillos cuyo vista de las montañas invita a soñar. Desde Hornillos caminar hasta el pueblo de Maimará (3 Kilómetros más por ruta) que con su “Paleta del Pintor” nos llena la vista de hermosos colores. También es destacable visitar al pueblito de Tumbaya sito a unos pocos kilómetros de Purmamarca en dirección hacia San Salvador de Jujuy cuya iglesia tiene una campana que data del año de su fundación 1796. Por Ruta 52 Purmamarca también tiene sus atractivos... luego de dejar atrás los cerros multicolores del pueblo nos adentramos en la cuesta del Lipán (a 32 kilómetros del pueblo) la cual alcanza la altura de 4170 metros en un paraje denominado Abra del Potrerillo, allí es hermoso poder avistar desde lo más alto la maestría del camino dibujado en la montaña que serpentea una y otra vez en un constante zigzag. Pero si esto es bello lo que sigue por la ruta sigue siendo más bello aún. En efecto las montañas con sus formas caprichosas nos invitan a deleitar nuestra vista, una y otra vez. Una de las montañas más curiosas en este camino es una que tiene una forma de tortuga. Siguiendo camino y ya esta vez bajando la cuesta a pocos metros de cruzarnos con la ruta 40 nos encontramos abruptamente con un paisaje blanco, intensamente blanco, como si fuera el de un desierto. Allí en las Salinas Grandes es hermoso poder contemplar el contraste de un cielo absolutamente límpido y azul con la blancura del suelo. Pero que tiene de lindo Purmamarca además del cerro de los siete colores y del paseo de los colorados????. Uno podría contestar directamente que todo Purmamarca es bella y la verdad es que sintéticamente estaría bien contestar eso. Atractivos dentro del pueblo presentan y muchos... la feria alrededor de la plaza cuyos artesanos trabajan de sol a sol, la iglesia de Santa Rosa que data del año 1648, sus callecitas, el viejo algarrobo donde atraparon al cacique Viltipoco (al lado de la iglesia) hasta su cementerio (atrás de la iglesia accediendo por la calle lateral), el cabildo (hoy transformado en biblioteca popular), entre otros.Yo todavía me debo algunas travesías más en Purmamarca por lo que seguro la visitaré nuevamente: subir a los cerros que están cruzando el río Purmamarca, subir el cerro de los siete colores y hacer una linda cabalgata por el lugar son materias pendientes....pero juro que volveré por que ese paisaje es digno de volver a verlo.