Fue fundado en el año 1601 por los Franciscanos a las faldas del cerro Churuquella. Ambiente de sereniad y oración en medio de patiros cuadrados rodeados por corredores con columnas de piedra donde se aprecian hermosos jardines con rosas y geranios en flor. Los pasillos hacia su capilla restaurada nos llevan a un bellísimo Coro desde cuyos asientos artísticamente labrados en gruesa madera elevan sus cantos los enclaustrados monjes de la época.