Santa Catalina
Casi lindante con Bolivia, la localidad de Santa Catalina está ubicada más al norte que cualquier otra ciudad de la Argentina. Además uno de los poblados más altos ya que se encuentra ubicado a 3800 msnm. Se accede por la RP 5 desde La Quiaca en la Provincia de Jujuy, de la que la separan unos 65 km.
Su nacimiento, en el siglo XVII, obedeció como muchos otros pueblos de la región a la necesidad de asentamiento de mano de obra para la explotación minera. En aquel tiempo Santa Catalina llegó a ser un centro de gran importancia, tanto que en 1756 fue impuesto como Curato independizándolo del de Cochinoca. Debido a la estratégica ubicación de su emplazamiento, sobre el camino por donde se arriaban grandes recuas de mulas con destino a Bolivia y al Perú, era punto de encuentro de comerciantes venidos desde distintas regiones. A mediados del siglo XIX ya se describían tanto el importante comercio centralizado en el pueblo, como así también las dimensiones y belleza de la Iglesia de Santa Catalina. En un relato del Dr. Luis Brackebush, geólogo comisionado para relevar "las importantes riquezas que se hallan por doquier y muy al alcance de quien las quiera explotar", quien visitando la zona, nos dice que ..."en Santa Catalina había hallado el mejor alojamiento de toda su expedición, en la casa del Sr. Laureano Saravia". El pueblo era por entonces el centro comercial de la región, frecuentado por hombres de negocio y se podía comprar de todo, "hasta la mas rica cerveza alemana".
El actual poblado es compacto, dada la topografía del terreno, siendo muy marcadas las diferencias entre la parte alta y la baja. En ésta, la más antigua, destaca la Iglesia Santa Catalina, con una sola torre de tres pisos y con el mismo ancho que la iglesia (10 metros), construída por encima de la puerta. Sus antiguos altares fueron reemplazados por otros nuevos. Lindante a la Iglesia se encuentra la finca de los Saravia, formando con la iglesia un hermoso conjunto de arquitectura colonial. Para el viajero no ofrece comodidades, ni para comer ni hospedar, habiendo un albergue municipal pero con comodidades mínimas. Desde el pueblo parten algunas huellas utilizables fuera de la época de las lluvias; conducen hasta El Angosto, La Ciénaga, Oratorio, Timón Cruz y Piscuno, poseyendo éste la particularidad de que por el centro de su caserío pasa el límite fronterizo con el territorio de Bolivia.
Posee Santa Catalina también otra marca dentro de nuestro país: el día 21 de Junio, la luz solar dura más que en cualquier otro punto del territorio continental (10 horas 45 minutos), y el 21 de Diciembre es el más breve en iluminación solar, ya que solamente es de 13 horas 25 minutos. Los festejos principales se realizan el día 15 de agosto, celebrando a la Virgen de Chinchillas, con procesión, danzas de suris, y sobre todo con la cacharpaya de los sikuris, plenas todas ellas de gran colorido y animación.
