La Aldea de Tulor fue sin duda un importante centro poblacional en el 2800 antes de Cristo. Lo que antiguamente contó con alrededor de 200 habitantes, hoy es un museo que recuerda a una aldea sepultada por arena. La reproducción cuenta con viviendas de la época, construidas de barro y rodeadas de murallas y bóvedas que eran usadas como vías de intercomunicación. Las construcciones alcanzan alturas de hasta 2 metros con techos cónicos las cuales pueden ser apreciadas desde lo alto de un mirador