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Hace tiempo atrás, con “mi amigo político” Horacio habíamos decidido que durante la tercera semana de Octubre de cada año haríamos un viajecito a algún lugar de nuestro hermoso país; el año pasado nos toco Bariloche y alrededores, y este año nos tocaba ir al Norte…. en principio éramos Adriana, Horacio, Monica y yo, Ricardo, pero cuando lo comentamos entre amigos se agregaron 2 parejas mas, Juana y Carlitos, y Jenny y Osvaldo.La idea era arrancar el recorrido norteño desde Talampaya (La Rioja) hasta Humahuaca y para eso salimos el Jueves 20/10 a las 21 hs. en 2 vehículos, una Ford Ranger doble cabina gasolera y una Range Rover naftera con gas.Luego de viajar durante la noche por la Ruta 8 llegamos a Río Cuarto y luego tomamos para Achiras, La Punilla y subimos por la Ruta 1 con rumbo a Merlo teniendo a nuestra derecha la Sierra de Comechingones, pero solo hasta Villa del Carmen donde doblamos a la izquierda rumbo a Tilisarao y Concaran, donde fue nuestra ultima carga de gas. Ahora viene lo bueno… Ya de día encaramos la Ruta 6 hacia Libertador Gral. San Martín, donde visitamos el Dique la Huertita, un espejo de agua bastante chiquito pero muy pintoresco.Pasamos por la Quebrada de San Vicente y su sinuoso camino asfaltado que la recorre entre cerros, para llegar a Quines donde tomamos la Ruta 79 hacia Ulapes y Chepes; y llegando el mediodía arribamos a Patquia donde decidimos parar a comer algo y refrescarnos bajo una sombra, la temperatura estaba en 35* y se hacia sentir.Después del almuerzo y sin mucho descanso seguimos hacia Talampaya, nuestro primer destino programado y nuestra primera gran sorpresa…… Todo Privatizado…!!!La entrada al Parque Nacional Talampaya cuesta $12.- por persona y solo sirve para pasar la barrera y llegar al estacionamiento, porque luego te cobran $35.- por persona para llevarte a recorrer el Cañon de Talampaya en un minibús PRIVATIZADO.Conclusión… Metanse el cañón en el culo!!!Calientes y transpirando los 37* que hacia en ese momento, seguimos hacia Pagancillo y luego de escuchar los consejos del controlador fitozoosanitario del lugar, tomamos a la derecha para recorrer la imponente Cuesta de Miranda con su sinuoso camino de cornisa y ripio en mal estado por la cantidad de piedras sueltas, el cual se cobro una cubierta de la Range Rover (7 parches le tuvimos que poner).Al atardecer llegamos a Chilecito donde hicimos noche en la Hostería del ACA y previa recorrida por el pueblo, algunos fuimos a cenar y a dormir, y otros derecho a dormir. Se nos fue el primer día, el mas agotador por haber viajado toda la noche anterior.Nos levantamos, desayunamos y partimos a las 9 hs. con rumbo norte por la 40 hasta Famatina, teniendo de fondo las famosas nieves eternas del nevado homónimo, recorrimos el pueblo y por consejo de un lugareño seguimos hacia Pituil, pero por la provincial 11 pasando por Chañarmuyo y su hermoso lago artificial de agua color verde esmeralda que se formo a causa del dique construido en ese lugar. Cerca de las 15 hs. paramos a almorzar en el camping municipal de San Blas de los Sauces y luego de reponer “energías” seguimos por la 40 hacia el norte, pasando por Londres (Catamarca) y llegando luego a Belén, reconocida por sus impresionantes y coloridos tejidos de vicuñas, llamas y ovejas hechos en telares antiquísimos, cuya técnica se viene manteniendo generación tras generación.Recorrido obligatorio por el centro belenense, visita a los artesanos y nuevamente retomamos la 40 con rumbo norte para atravesar la Sierra de Belén por La Puerta de San José, final del pavimento y a la carga con el ripio hasta llegar a Hualfin donde repusimos combustible, luego seguimos unos 30 Km. mas hasta la entrada a la mina “Bajo la Alumbrera” donde retornamos al asfalto hasta llegar a Santa Maria. Ya habíamos cruzado La Rioja y Catamarca y el paisaje que hasta ahora era amarronado desértico, pero con pueblos increíblemente pintorescos y dignos de conocer, ahora se volvía un poco mas colorido porque nos acercábamos a los Valles Calchaquíes.Buscamos alojamiento frente a la Plaza y luego de cenar en el mismo hotel, fuimos a tomar el obligatorio “cafecito” en el barcito de la esquina de la plaza. No daban ganas de irse a dormir porque la noche tenia un cielo estrellado a full y la temperatura era la ideal, pero el sueño nos venció.La mañana nos despertó a todos en la comisaría local… era día de elecciones y había que conseguir el certificado de los “500km”.Luego del tramite policial, partimos hacia las Ruinas de los Quilmes, un antiguo emplazamiento de una ciudad indígena prehistórica, testigo del maltrato sufrido por los indígenas de manos de los conquistadores.Previo pago del arancel de $2.- por persona, donde el comprobante es una postal de las ruinas, recorrimos el Museo Arqueológico J.B.Anchoretti y el hotel que se encuentra en el lugar, todo construido en piedra con un lujo increíble. Y por supuesto, también recorrimos las Ruinas y subimos a los “fuertes” empotrados en el cerro desde donde los indios Quilmes controlaban visualmente todo el valle. Después de completar la visita y escuchar las recomendaciones de un guía de turismo, que amablemente se acerco a charlar con nosotros, partimos hacia Cafayate donde paramos en el camping para hacer un espectacular asado.….. el cabrito lo dejamos para un par de días mas adelante.Después de hacer las compras de artesanías y vinos regionales, abandonamos Cafayate por la Ruta 68 recorriendo la espectacular Quebrada del Río de las Conchas, con sus impresionantes cerros de infinitos colores y formaciones rocosas de variadas formas y nombres como Los Castillos, El Obelisco, El Fraile, El Sapo, La Garganta del Diablo, El Anfiteatro, El Hongo, etc. hasta llegar a Alemania, un paraje que hace algunos años fue “punta de riel” del tren que partía desde Salta y que aun conserva un impresionante puente férreo sobre el Río de las Conchas.Luego de las fotos de rigor en el puente y de solucionar un problemita eléctrico que apareció en la Range Rover con la última luz del día, seguimos hacia Salta pasando por varios pueblos que festejaban las elecciones con toda su gente recorriendo la calle principal.En Salta nos alojamos en un hostal frente al Parque San Martín y luego de darle a las empanadas salteñas, nos fuimos a dormir.A la mañana siguiente, luego del desayuno, nos separamos…… la Ford Ranger partió hacia Jujuy por el “Camino de la Cornisa” y con la Range Rover fuimos en busca de un taller mecánico.Luego de la reparación eléctrica, partimos hacia Jujuy también por el “Camino de la Cornisa”, o sea la verdadera Ruta 9, donde la gran vegetación reinante en la zona, disimula los precipicios que hay a la vera de la ruta, mientras cruzas el Abra de Santa Laura (por algo le llaman el camino de la cornisa) hasta que llegamos al Dique La Cienaga alrededor de las 15 hs y paramos a almorzar a orillas del lago que se formo en el lugar.Como ya era un poco tarde, evitamos entrar a la ciudad de Jujuy y tomamos la nueva circunvalación hacia Tilcara, pero a la altura de Yala y por las recomendaciones recibidas, nos desviamos y fuimos a ver las “lagunas”, distantes a solo 12 Km. pero por un camino en subida de 1ra, de cornisa y de ripio, hasta llegar al Parque Provincial Potrero de Yala donde se encuentran las 3 lagunitas volcánicas, conformando un paisaje espectacular.La vuelta, obviamente en bajada, tiene una vista esplendida ya que de fondo se ve la ciudad de Jujuy y ahí nomás delante nuestro el serpenteo del camino.Nuevamente en la Ruta 9 seguimos hacia Tilcara, donde nos reencontramos con la Ford Ranger que volvia de Humahuaca, e hicimos noche en la Hostería del Jardín.El Martes arranco con niebla y mientras desayunamos se fue despejando, así que cargamos el equipaje en los vehículos y partimos con rumbo a Purmamarca a recorrer su plaza repleta de puestos de venta de artesanías y tejidos regionales multicolores y a deleitarnos la vista con el imponente Cerro de Siete Colores como fondo, tal cual las postales norteñas pero en vivo y en directo.Compras mediante, abandonamos el pueblo y comenzamos la subida serpenteante e interminable de la Cuesta de Lipan, recientemente asfaltada, hasta llegar a su punto mas alto, el Abra de Portezuelo (4170 metros s.n.m.) y descender apenas 300 mts. hasta cruzarnos nuevamente con la ruta 40 y llegar a las Salinas Grandes, inmensas e inconfundibles por su piso en forma de panal de abeja, vestigios de un mar seco.Como atractivo turístico hay un “Bar de Sal” construido con bloques de sal cristalizados y también están los piletones, donde cada 12 meses se “levanta la cosecha de sal”.Nuevamente en la 40 y con ripio fino en buen estado, rumbeamos al sudoeste hasta llegar a San Antonio de los Cobres pasando previamente por Tres Morros y su antiquísima capilla.Luego del almuerzo liviano en el restaurant del Hotel de Turismo, recorrimos el pueblo y nos sacamos fotos en la estación del ferrocarril, la misma que alguna vez sirvió de base al famoso ramal C14 que cruzaba a Chile por Socompa. Luego fuimos hasta el viaducto “La Polvorilla”, un impresionante puente ferroviario de 64 mts de altura y 264 mts de largo, pero en curva, construido en Italia en la década del 30, traído desarmado en barco y armado “in situ” a “solo” 4270 mts s.n.m. que lo convierte en el cruce ferroviario mas alto del mundo y que se hizo famoso por el turístico “Tren de las Nubes”.Luego de las fotos de rigor, retomamos la ruta 51 hacia el sur y a la altura del Abra Blanca donde comienza el camino de cornisa, ahora asfaltado y en bajada muy pronunciada, pasamos por Santa Rosa de Tastil y sus ruinas arqueológicas, rodeados de cerros de un colorido increíble, luego el “verde” de Alfarcito y la vuelta al ripio, pero esta vez arruinado, muy arruinado y con muchas piedras grandes y sueltas, por unos 40 Km. hasta llegar a Campo Quijano donde retomamos el asfalto y finalizamos en Salta.Nuevamente nos alojamos en el Hostal del Cerro, frente la Parque San Martín, pero esta vez Salta nos recibió mal…. mientras acomodábamos el equipaje en las habitaciones, los famosos “amigos de los ajeno” rompieron la ventanilla delantera de la Ford Ranger y se llevaron un bolso con el equipo de mate. Luego del mal rato, decidimos ir caminando a cenar al “Rey del Bife” en Irigoyen y Alvarado, donde pudimos confirmar los comentarios recibidos sobre precios económicos y la excelente calidad de sus platos.La mañana del miércoles la repartimos entre reponer el vidrio roto y pasear por la plaza principal, recorrer la Catedral, el Cabildo y subir al cerro San Bernardo desde donde se ve toda la ciudad de Salta.Abandonamos la ciudad por la ruta 68 recorriendo nuevamente, pero en sentido inverso, la Quebrada del Río de las Conchas hasta llegar a Cafayate alrededor de las 14 hs donde, ahora si, nos “matamos” con Cabrito al Horno de Barro.Luego del espectacular almuerzo, seguimos bajando por la 40 hasta el desvió a Amaicha del Valle, que no esta señalizado y lo “embocas” si lo conoces o te pasas de largo y te das cuenta cuando aparece el ripio. Ya en el pueblo, decidimos no parar a visitar el Museo de la Pachamama porque queríamos ver aun de día la zona de los Valles Calchaquíes, así que tomamos la 307 y encaramos la famosa Cuesta del Infiernillo (3200 mts. s.n.m.), pero al llegar arriba nos encontrarnos con una bruma espesa que no nos dejaba ver la ciudad de Tafi del Valle. Continuamos descendiendo con escasa visibilidad hasta la entrada a la ciudad, y luego de una breve recorrida por la misma continuamos al sur por la ruta 307 recorriendo los Valles Calchaquíes, luego de pasar por El Mollar, el Dique la Angostura y el Parque Provincial Los Menhires. Ahora comenzaba una sinuosa bajada rodeados de una intensa vegetación y ahí abajo, bien abajo, nos seguía el Río de Los Sosas, por ahora con poco caudal pero igualmente hermoso, donde cada recoveco era una postal distinta, hasta que llegamos a Santa Lucia y después a Acheral ya de noche.Café mediante en la estación de servicio, resolvimos no “entrar” a la ciudad de Tucumán y seguir al sudeste por la ruta 9 hacia Termas de Río Hondo. Se nos estaba terminando el paseo y comenzaba el regreso.Cuando llegamos a Termas, decidimos separarnos y mientras los ocupantes de la Ford Ranger se quedaron a pasar la noche ahí, nosotros preferimos seguir viaje sin parar durante la noche hacia Buenos Aires, a donde llegamos antes del mediodía.Fueron 7 días de recorrer y disfrutar una partecita del Norte Argentino, ahora solo nos faltan 357 días para repetir la salida, pero la próxima es para el Ventisquero Perito Moreno, Tierra del Fuego y Sur de Chile.Integrantes:Ford Ranger: Adriana, Horacio, Juana y Carlos.Range Rover: Jenny, Osvaldo, Monica y Ricardo.