4 conversaciones. Viendo del 1 al 4 1
OLACAPATO, SALAR DE POCITOS Y OLAROZ CHICO Continuando con el relato de nuestro viaje a la Puna, y después de haber descripto la visita a “El Palomar”, ahora sí comenzaré por la primera escuela con que iniciamos nuestro itinerario Todos los caminos que recorrimos para llegar a cada una ellas, tenían las mismas características: de ripio o tierra, con marcados “serruchos”, absolutamente solitarios, bordeando enormes salares cuyo blanco inmaculado lastimaba nuestras retinas. Y así, kilómetro tras kilómetro, llegamos por fin al paraje Olacapato. Me sorprende que tenga nombre un lugar así, y que hasta figure en el mapa, ya que lo único que hay, es la escuela y dos o tres casitas de adobe…y nada más en esa inmensidad. Y todos los demás son similares. Salió a recibirnos Salomón Ordoñez, su director, que junto a dos maestros, Beatriz Medina y Gabriel Echazú, hacen patria silenciosamente, educando allí a 61 niños, muchos de los cuales son “albergados”, ya que viven muy lejos. Nos sorprendió la garra y el empuje con que lograron tener, de a poquito, armando con una enorme paciencia, computadoras, y hasta una radio!. Sí, la FM 105.5 “Martín Miguel de Güemes”, que abarca 3 o 4 kilómetros. Y también tienen un invernadero, construido bajo el nivel del piso, y cubierto con hierros y plástico. Y allí, a 4000 metros de altura, en plena Puna, con vientos fuertísimos y una gran amplitud térmica, ya que de día, un sol abrasador, y de noche un frío extremo; allí como les decía, cultivan lechuga, acelga, tomates, ajies, maíz…, lo que les permite tener a su alcance verdura fresca. No podíamos salir de nuestro asombro…y admiración. ¿Qué necesitan?. Ropa y calzado, abrigo, libros de cuentos y revistas de deportes. Estantes. Semillas para la huerta. Un disco duro de mayor capacidad para la radio. Alimentos no perecederos. Nos despedimos muy emocionados. Seguimos viaje hacia la segunda escuelita. En el Salar de Pocitos. Como en todos los ámbitos, hay siempre quien necesita más que otros, quien tiene más, o quien está en mejor situación…Y este es uno de esos casos. La escuela del Salar de Pocitos, cuya directora es Rosa C. de Gius, tiene una matrícula de 61 alumnos, y algunos de éstos quedan albergados. Esta escuela tiene la ventaja de hallarse junto al salar, paso obligado de los camiones de las empresas que se dedican a este rubro. Y tiene mucha ayuda de ellas. También de una escuela privada de Wilde y hasta de Italia. También nosotros les enviamos donaciones en dos oportunidades. Es por ello que hemos decidido tomar otra escuelita en su lugar, muy necesitada y que no recibe ayuda de nadie. Está en Payogasta, Dto. De Cachi, Salta. Y por último nos dirigimos hacia Olaroz Chico, en Jujuy, pero corresponde a la zona de influencia de San Antonio de los Cobres, Salta. Paramos a comer algo en el camino. En medio de la nada. A solo 100 kilómetros del Paso de Jama, el límite con Chile. Seguimos andando y después de mucho traqueteo, divisamos el Salar de Olaroz. Magnífico e imponente. Qué extraño resulta ver ese mar de sal…tan blanco. Y al fin llegamos a la tercera escuelita. La 211. Allí nos recibieron muy sorprendidos, porque nadie llega hasta allí. Su directora Mirta Irades, su esposo, Pedro Mendoza, también maestro de grado; Oscar Cruz y Cristina Quispe. Tienen además maestros de plástica, de inglés y educación física; éstos rotan entre varias escuelas. Necesitan abrigo, calzado, guardapolvos, hilos, lanas y telas para actividades prácticas, juguetes, alimentos no perecederos, material escolar, en fin, todo lo que se les pueda ocurrir, todo es bienvenido. No nos dejaban ir, y tampoco nosotros queríamos hacerlo, pero nos esperaba un viaje de regreso muy largo y difícil, por lo que, entre abrazos y lágrimas, nos despedimos prometiendo volver. ¡Ojalá poda-mos hacerlo! Y después de una larga y emocionante jornada de más de 12 horas, llegamos a San Antonio de los Cobres, de noche, después de haber recorrido más de 600 kilómetros por caminos tremendos, cansados y sucios de tierra, pero muy felices de haber cumplido la primera etapa de nuestro sueño; conocer a esos chiquitos y maestros, y que ellos sepan que desde aquí todos ustedes y nosotros, pensamos en ellos, los vamos a seguir ayudando y que no están tan solos Silvia Sacchiero
Estas son tres de las 9 escuelitas de la Puna que ayudamos desde la Red Solidaria "Escuelitas Salteñas". Si querés contactarnos, este es mi mail: carambom@ciudad.com.ar
Muy buenas noches mi nombre es pedro mendoza maestro de la escuela N° 211 de la localidad de olaroz chico departamento de susques, provincia de jujuy, recien descubro su pagina y estoy ingresando a ella con el solo objeto de dejarle mis saludos y los de la señora directora mirta irades, a la vez agradecerle la hermosa actitud para con nuestros pequeños de olaroz chico,nosotros no nos olvidamos de su llegada en esa mañana a nuestra escuelita.Quiera Dios la tenga colmada de bendiciones y que nuestro afecto perdure por siempre ya que nosotros no nos olvidamos de ud. y de su buen corazón.Siempre la estaremos esperando y rogaremos a Dios que la mantenga con muy buena salud. Nos estaremos comunicando mediante este medio. gracias. gracias.gracias.
Hola chatina_2: Bienvenido a la página. Tenemos pensado ir por esos lados en cualquier momento, nos estamos organizando desde Tandil (Bs. As.). Tal vez podamos ayudar en algo a esos niños y a Uds. con ropa de mis hijos y algunos libros. Reciban nuestro apoyo desde la distancia. Nos alegra y estimula sus esfuerzos por mejorar la calidad de vida en esa zona . Desde Tandil Miguel Angel y flia.