A 8 km de Minas nos encontramos con el Valle del Hilo de la Vida, con estructuras cónicas de piedra construídas por indígenas para marcar fechas de eventos especiales; éstas se encuentran ubicadas estratégicamente en puntos vórtices y energéticos, lo cual hace que en su entorno sucedan cosas diferentes que en el resto del valle. Por ejemplo, los GPS no funcionan, los péndulos se mueven agitadamente (excepto los días de equinoccio), y si ponemos las manos apuntando hacia el sol notaremos que una de ellas se calienta mucho más que la otra. Este lugar es un favorito para quienes meditan, hacen yoga o tai chi. También encontraremos una especie de piscina formada por enormes rocas, donde los reflejos de los árboles son por de más coloridos, haciendo de este lugar un paisaje inolvidable para todo aquel que lo visite