Esta ciudad, no muy lejana a Lima, se encuentra en la costa central peruana y es conocida como "La Cuna y Capital del arte Afro-peruano". Muchos de los terratenientes que se establecieron en tiempos coloniales trajeron esclavos africanos para que trabajen en sus plantaciones. Luego, La Casa de la Colonia China y el Templo Japonés sirvieron como testimonios arquitectónicos de la llegada de los inmigrantes procedentes de Oriente.