3 conversaciones. Viendo del 1 al 3 1
Llegar a La Quiaca fue algo así como mágico, el paisaje que se ve a lo largo de la ruta 9 camino hacia allí es realmente como para no dejar de prestar atención a cada detalle. Una vez llegados a La Quiaca, ciudad cuyo dinamismo no hemos visto en todo el norte luego de Humahuaca, nos fuimos a una hostería realmente muy pero muy económica y cercana al centro de la ciudad. Es una ciudad digna de conocer tiene un misticismo que te atrapa será por que estas en la ciudad más al norte del país?. Es digno de conocer el paso fronterizo a Villazón (República de Bolivia), allí se compran cosas a precio mucho más económico que en La Quiaca y ni contar respecto de Buenos Aires!!!, también es digna de conocer la feria que funciona en el mercado central de la ciudad, la vieja estación perfectamente conservada, la plaza principal y frente a ella, como no podía faltar en casi todos los pueblos de Jujuy que he visitado (a excepción de Susques), la iglesia. Pero si hay algo más lindo todavía por conocer y es realmente ahí nomás es el pueblito de Yavi. En efecto, tomando la ruta provincial 5 salís a mano derecha de La Quiaca a Yavi. El paisaje que acompaña la ruta hasta el pueblo es más que bello y ni hablar del pueblo!!!. Apenas salís de La Quiaca te acompañan en la ruta el paisaje de unos cerros que creo que se les denominan siete hermanos y cuyas formas redondeadas en sus puntas invitan a la curiosidad dada la rareza de su forma. Llegando a Yavi nos encontramos con una infinidad de cerros y montañas que surcan la ruta y con un pueblito realmente sacado de un cuento de hadas. Su calle principal, la Avenida Senador Pérez es una calle ancha con un boulevard al medio enmarcada por casitas bajas de adobe en su mayoría y algunas de paja y adobe. A poco andar por esa calle y doblando por una calle que se llama Belgrano se llega a la Iglesia de Yavi, una joyita de la arquitectura con sus altares laminados en oro, sus pinturas y su excelente estado de conservación. Yavi cuenta con hostal (no tan económico si es que uno dispone de poco dinero) y un camping muy cuidadosamente arbolado cerca de la iglesia. Frente a la Iglesia está lo que alguna vez fue la casa del Marqués de la zona hoy transformada en museo (una lástima no haber podido ir por que cuando fui estaba cerrada). Es hermoso recorrer el pueblito hasta la zona antigua y desde allí, desde lo alto, divisar el pueblo, también muy lindo quedarse a descansar bajo los árboles cercanos a la iglesia y escuchar el canto de los pájaros único ruido existente si es que uno disfruta del restante silencio, también es hermoso recorrer las callecitas del pueblo, muchas de ellas sin veredas, y gozar del contraste existente en el mismo una zona totalmente verde que maravillosamente la mano del hombre pudo conseguir gracias a los sistemas de riego y el agreste paisaje de la puna todo combinado con el aire más puro que jamás haya respirado.