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Quiero compartir mi experiencia con futuros viajeros a La Cumbrecita. Imperdible y alucinante el paisaje. La atención al turismo, en mi experiencia particular, fue excelente, sobre todo en las Cabañas de la Compañía donde Marcelo y Débora te hacen sentir como en casa (mejor aún porque en casa las camas y la limpieza la tengo que hacer yo). Los recomiendo muy calurosamente. Los precios, por lo menos fuera de temporada, tanto en restaurantes y alojamiento, como en la proveeduría (no se pierdan el salame casero), son muy acomodados. Mención aparte para Elsa y su caballo Lucero. La primera es una fuera de serie, un encanto; el caballo un dulce, super recomendable para subir a tu hijo (cuando más chiquito mejor) y despreocuparte. Los vas a ver paseando por la villa, me lo vas a agradecer. Si le pedís, te organiza cabalgatas para mayores (y menores). De ahí nos fuimos a Nono. Otro paraíso, diferente paisaje, la misma felicidad. Pero esa es otra historia. Nos vemos en Nono, chau y que lo disfruten. Alberto
Alberto donde estuviste parando en la cumbrecita, fuiste con vehiculo contame todo lo que pueda de esos lugares que son tan hermosos que espero regresar pronto.
La Cumbrecita es un paraíso que escapa del habitual paisaje serrano. Se parece más al boscoso sur cordillerano. Llegás tranquilamente con cualquier vehículo, si bien son más de 30 km de ripio, teniendo cuidado, llegás en una hora y media. Sinó desde Villa Gral.Belgranno hay micros aunque no se decirte con que frecuencia. Yo dispongo de una 4x4 pero en el pueblo no podés entrar con vehículos porque es peatonal. Solo para llegar hasta tu hospedaje y ahí la dejás. Igual soy enemigo del uso indiscriminado de los vehículos todo terreno, porque destruyen el entorno, alteran la vida de los animales que lo habitan, los asustan y espantan, solo le dan placer (placer?) a los que van a bordo, y molestan al resto de los turistas y lugareños. Para mi gusto es el lugar ideal para parejas o familias con chicos chicos. Entre tres y cuatro días es suficiente. Para mi gusto, más días no, porque para eso te trasladas a otra localidad serrana, conoces un nuevo paisaje, podés comparar y lo disfrutas más. Existen todas las opciones, caminatas, cabalgatas, descanso y mateada a la orilla del río, etc. Como somos una pareja con una niña de tres años, mucho trecking no pudimos hacer. Lo habitual es caminar por el pueblo y lugares cercanos: La cascada, la olla, el lago de las truchas (un lugar chiquito y encantador) está todo a mano y se hace en el día.Para alojarse, lo mejor son las cabañas, aunque también hay deliciosas hosterías, hoteles y alojamientos particulares muy accesibles. Anteriormente estuve un día en la casa de la señora Erika (no recuerdo el nombre del hospedaje) y tiene el encanto y los inconvenientes de una casa de familia (baño compartido y cocina un tanto desprolija por un lado, super económica por el otro). Si podés reservá la habitación del fondo del pasillo, es más independiente y cómoda. Esta vez nos alojamos en las Cabañas de la Compañía, a la entrada del pueblo, con una vista impresionante, con todas las comodidades y servicios, adorablemente decoradas, y por lo menos para mí, en temporada baja me resultaron accesibles ($ 110 por cuatro personas, sin desayuno). Débora y Marcelo se ocupan de hacerte la estadía más placentera. Si vas en grupo de jovenes, no recomiendo La Cumbrecita como opción. Por ahí Carlos Paz les puede resultar más entretenido por la nocturnidad, que La Cumbrecita no dispone (por suerte). Solo un pub-restaurante (Jazmin&Blues) con muy buena música y más apto para la charla entre amigos. Por eso pienso que para una luna de miel (o algo similar) es ideal. También para disfrutar de y con los chicos y estar con ellos todo el tiempo que no les podemos dar en el resto del año.Espero haber sido útil. Que la pases maravillosamente bien en La Cumbrecita. Alberto