Si arroja piedras dentro de la gruta se escucharán los ecos, lo cual ilustra la considerable profundidad. Aquellos que quieran realizar esta excursión deberán dormir en Oroya. Un río subterráneo entra en la gruta, y a 150 metros de la entrada, los visitantes pueden observar las formas caprichosas de estalactitas y estalagmitas.