Para preservar las condiciones naturales, la reserva nacional fue creada para resguardar los suelos y defender la flora y fauna exótica. Con más de cien mil hectáreas, la Reserva Cerro Castillo se creó en los primeros años de la década del setenta al sur de la capital regional. Atravesada por la Carretera Austral, la perfección de su relieve sigue presente, enmarcada por los cerros Castillo e Iglesia con más de mil quinientos metros de altura. Su belleza natural y su cultura arqueológica heredada, la convierten en una de las más bellos áreas silvestres