1 conversaciones 1
Transcurría el verano después del caótico diciembre del 2001, y teníamos pocos días de vacaciones, por lo que tuvimos que hacer mini-turismo. Consultando bibliografía descubrimos con mi señora que Azul tenía muchas de las cosas que más nos gustan, y además estaba cerca de casa. El camping municipal es chiquito pero muy lindo, limpio y con muy buena atención. El río allí está en estado “salvaje”, pero a cien metros se encuentra el balneario municipal que realmente es muy lindo. Uno puede atravesar el río caminando y la parte más profunda debe tener un metro y medio. Alrededor se pueden encontrar restaurantes, pizzerías o simplemente puestos que venden cerveza helada y maníes para disfrutar al costado del río. El ambiente de noche es muy bueno, tanto para jóvenes como para gente mayor. Sólo hay un problema: la zona céntrica de Azul está a unas veinte cuadras de distancia desde el balneario, aunque vale la pena recorrerlas para conocer la iglesia, la plaza (con sus particulares baldozones geométricos) y el museo. El museo merece un párrafo aparte porque no pudimos visitarlo: estaba cerrado por vacaciones!! Cuando nos estábamos volviendo para Bs. As. y le comentamos al remisero que nos llevaba a la terminal de micros nos dijo “Pero...me hubieran dicho y le avisábamos al cuidador para que los deje entrar...” Así que si van a Azul y el museo está cerrado, consulten con algún vecino o comerciante de los alrededores y seguramente lo van a abrir para que lo puedan visitar.